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Las líneas de pago son las líneas en las cuales los símbolos combinables deben aparecer para que usted consiga una victoria. Normalmente, las máquinas tragamonedas tienen 20 líneas de pago, aunque algunas pueden tener 5, 10, 50, 100 o incluso 250. Algunas veces las líneas de pago son fijas de modo que todas las líneas están activas en cada giro; mientras que otras tragamonedas dejarán que usted cambie el número de líneas de pago con las que desea jugar en cada giro. Normalmente, mientras más líneas de pago tenga, más alta será su apuesta.

Las tragamonedas tienen distintas formas de cambiar su apuesta. Algunas tragamonedas le permiten seleccionar el monto de su apuesta cambiando el valor de la moneda, otras le permiten cambiar el nivel de apuesta y otras también le permiten cambiar el número de líneas de pago. Todas estas opciones lo ayudarán a elegir el monto con el que se sienta más cómodo, dependiendo de cuánto dinero quiera jugarse en cada giro.

Si quisiera saber más sobre el juego que está jugando, haga click en el botón de información que normalmente aparece en la parte inferior de la pantalla. El botón suele ser una herramienta o un signo de interrogación. Allí encontrará las reglas del juego y cómo activar las rondas de bonos. También podrá ver la Tabla de Pago con todos los símbolos y sus respectivos pagos, así como las reglas de los símbolos Scatter y Wild.

Para sacar el mayor partido a su potencial, es bueno elegir una tragamonedas que se ajuste a su bolsillo y estilo de juego. Distintas tragamonedas se comportan de distinta manera en cuanto a la frecuencia y el tamaño de los pagos. A esta diferencia se le conoce como volatilidad. Normalmente las tragamonedas están agrupadas en tres niveles de volatilidad: baja, media y alta.

Las tragamonedas de volatilidad baja normalmente pagan más a menudo, pero las ganancias son más pequeñas, permitiéndole jugar por más tiempo y quizás alcanzar una gran victoria. Las tragamonedas de volatilidad alta están en el otro extremo; en estos juegos usted no gana tan a menudo, pero cuando lo hace, lo hace a lo grande. Las tragamonedas de volatilidad media están a medio camino entre las dos anteriores.

Si busca sacar el máximo partido a su tiempo de juego, entonces deberá jugar tragamonedas de volatilidad baja.
Las tragamonedas de volatilidad alta tienen un nivel de riesgo mucho más alto, aunque las recompensas definitivamente valen la pena.
Para los jugadores que cuenten con un presupuesto medio, las tragamonedas de volatilidad media también pueden ofrecer lo mejor de ambos mundos.

Una forma de averiguar la volatilidad de una tragamonedas es revisando la tabla de pagos en el juego para ver los pagos de cada símbolo o en las páginas de Mr Green dedicadas a las tragamonedas. Si el símbolo que más paga es de 250 monedas, se dice que la tragamonedas tiene una volatilidad baja; si el símbolo que más paga es de 10.000 monedas, muy probablemente será una tragamonedas de volatilidad alta.

Lea más sobre la volatilidad de las tragamonedas.

Todas las tragamonedas tienen un Jackpot, el cual se refiere al pago más alto posible del juego. Mientras que algunas tragamonedas tienen Jackpots Fijos, otros juegos tienen un Jackpot Progresivo, el cual no es una cantidad fija, sino que va aumentando hasta que alguien lo gana.

Cuando un jugador hace una apuesta en la tragamonedas, se añade un porcentaje al Jackpot haciendo que este siga creciendo hasta que un afortunado jugador se lleve el gran premio. Los Jackpots Progresivos normalmente están conectados entre casinos para que el Jackpot crezca incluso más; como un globo llenándose de aire hasta que de repente, ¡BUM!
Otras veces los Jackpots Progresivos pueden ser repartidos en múltiples niveles como mini, maxi y mega, de modo que más de un jugador puede ganar del Pozo del Jackpot.

Lea más sobre los Jackpots de las tragamonedas.

Existen muchos mitos sobre las tragamonedas en línea. El de mayor prevalencia quizás es que las tragamonedas están “frías” o “calientes” y que algunas tragamonedas siempre pagan una vez transcurrido un período de tiempo específico; pero en realidad, las posibilidades de ganar son siempre las mismas. El tiempo transcurrido desde la última vez que alguien ganó el Jackpot no marcará ninguna diferencia sobre sus posibilidades de llevarse el Jackpot en su próximo giro. Esto se debe a que cada giro es completamente independiente de los otros y tan aleatorio como sacar la cara o cruz de una moneda.
Otro mito muy parecido es que no hay ningún punto en jugar una tragamonedas si esta acaba de dar un gran Jackpot. Nuevamente, esto no tiene ningún sentido ya que sus posibilidades de ganar son exactamente las mismas. Quizás es verdad que si un jugador acaba de llevarse un Jackpot Progresivo, este aún no será tan grande ya que necesitará algo de tiempo para ir creciendo, pero esa sería la única razón para abstenerse de jugar.