1. En la mesa encontrará 3 secciones diferentes en las que hacer sus apuestas: la banca, el jugador y el empate. No se confunda con los nombres ya que el jugador no tiene nada que ver con usted y la banca tampoco con la casa. Simplemente son 3 alternativas de apuesta. Antes de que se repartan las cartas, deberá hacer su apuesta, si crees que la banca o el jugador ganarán o si cree que habrá empate. Una buena decisión para la banca y el jugador se paga a 1:1, mientras que el empate suele estar a 9:1 aunque también a 8:1.
2. Después de haber realizado la apuesta, se reparten dos cartas al jugador y dos a la banca. El valor de las del jugador y las de la banca se suman para tener una cifra. Las cartas que van del 2 al 9 valen su número, mientras que los 10 y las figuras valen 0 y los ases 1. Si la suma de las cartas es mayor de 9, se le restará 10. Por ejemplo, dos 9 le dan una suma de 8 en lugar de 18.
3. La mano que tenga la suma más próxima a 9 es la ganadora, mientras que habrá empate si ambas manos tienen la misma suma. Si la banca tiene un 4 + 3 y el jugador un 5 + 4, el jugador gana por 9 a 7. Si ha hecho una apuesta a que el jugador ganaba, recibirá el doble de lo que haya apostado.
4. A veces, puede repartirse una tercera carta al jugador. Esto ocurre automáticamente si la suma de las dos primeras cartas es igual o menor de 5. La excepción a la regla llega si la banca tiene una suma de 8 o 9 ya que ganaría en ese caso. Si se le da esa tercera carta al jugador, el valor de todas las cartas se añadirá todos juntos y se comparará como siempre.
A veces, también la banca puede recibir una tercera carta, pero solo puede suceder si los jugadores la han recibido. La banca no siempre la va a recibir, aunque lo haga el jugador, pero esto se basará en qué carta muestre y qué suma tenga en ese momento la banca. Si la tercera carta del jugador es un 2 o un 3, la banca recibirá una tercera si su suma es de 4 o menos. En la siguiente tabla, le mostramos las ocasiones en las que la banca recibirá su tercera carta:
